miércoles, 16 de noviembre de 2016

Renunciar,  darse por vencido, dejar de realizar una actividad aunque no alcancemos nuestra meta nos dejará marcas indelebles en nuestro carácter, por un lado nuestra fuerza de voluntad se verá perjudicada ya que cada vez que cedemos y nos dejamos llevar por la apatía y la pereza, por el aburrimiento o el desgano la fuerza volitiva se verá seriamente disminuida en su poder de acción. En muchas ocasiones cuando los trabajos se ponen duros, quisiéramos desistir, lo primero que se nos viene a la cabeza es renunciar, es lo más fácil.

Por otro, en el futuro, cada vez que comencemos algo, sea porque nos guste o porque tenemos la necesidad y urgencia de hacerlo, si ésta nueva actividad nos obliga a realizar esfuerzos exigentes, notaremos que sentimos su dificultad y en lo más recóndito de nuestro ser surgirá el deseo de abandonar.


Es así que cada vez que sientas que las cosas en la actividad que realices no van como tú quieres, no se están dando con facilidad o simplemente no funcionan, no abandones. Busca nuevas formas de abordar la tarea, de atacar el problema, la dificultad, el contratiempo.

Una de las más admirables cualidades del triunfador es la perseverancia, que no es más que la capacidad de mantenerse, de seguir probando, de continuar con la lucha, de no darse por vencido, de nunca renunciar.

Nunca renuncies, es mi palabra para esta ocasión, no todo el tiempo las cosas van a marchar como nosotros queramos, nunca las cosas van a ser del todo fáciles, pero si nos mantenemos por el suficiente tiempo veremos, experimentaremos nuevamente la satisfacción de contemplar el avance, el desarrollo positivo, el fácil curso de los acontecimientos.

Si renunciamos no veremos los frutos de nuestro esfuerzo, nos quedaremos con la incertidumbre, con la duda y con la frustración de no alcanzar lo que queríamos.

Hay algo que es de vital importancia reconocer, si insistimos con la suficiente fuerza por el suficiente tiempo, no habrá muro que se interponga entre nosotros y nuestra meta.

Existe en la sabiduría popular una frase que resume de manera lapidaria la verdad que hemos venido desarrollando: “tanto cae una gota de agua sobre una piedra que hasta que la perfora”

Recuerda esto cuando quieras abandonar, cuando quieras tirar la toalla, cuando sientas que ya no puedes continuar. Si debes renunciar a algo renuncia al “darse por vencido”

Los ciclos en la vida se alternan, reconozcamos esa irrefutable verdad y mientras esperamos que la cosas se tornen más llevaderas, continuemos con nuestra lucha. Nunca, jamás, e ningún momento renuncies. Continúa con tu lucha, insistiendo siempre con la mirada puesta en tu meta, en tu objetivo, en tu anhelo.


sábado, 26 de septiembre de 2015

cepillando madera
Existe una medicina para las adicciones

Vivir una vida dependiente de substancias tóxicas como el alcohol y drogas es un verdadero infierno. Para los que hemos atravesado por ese desierto representa una experiencia realmente dramática.

La persona que está sumergida en cualquiera de las adicciones enunciadas anteriormente muchas veces ignora el fin al que se encamina, el sufrimiento que deberá experimentar en el futuro cercano, el dolor que les causará a sus seres queridos y el daño que ocasionará a la sociedad.

Cómo salir  de esa vida debería ser su búsqueda constante sin embargo ha perdido su capacidad de valorarse y necesitará por lo menos un empujoncito de alguien para dar los primeros pasos hacia la  liberación final de tan agónica existencia.

El primer paso que todo adicto deberá dar es reconocer su adicción y comenzar a crecer en el área espiritual,  esta es una condición inexcusable.

El segundo paso es someterse a la realización de una actividad física intensa, puede ser el aprendizaje de un oficio (vean nuestro canal de youtube)que requiera el esfuerzo físico o la práctica de algún deporte. Esto además de ayudarnos a expulsar los residuos de drogas y alcohol, nos favorece en todos los aspectos físicos y psicológicos.(En nuestros sitio encontrarán sugerencias de algunas actividades productivas: Clic para ver)
Como la voluntad de todo adicto está debilitada por la costumbre negativa, deberá recibir un poco de exigencia de alguien cercano para que comience a realizar lo antes mencionado.

He llegado a la conclusión de que incluso la coerción, el empleo de la fuerza es casi necesario para obligar a alguien a dejar el consumo de las substancias que lo tienen esclavizado. Emplear el encierro para que no consuma estás substancias, vigilando constantemente su estado de salud y proporcionándole líquidos y calmantes naturales mientras pasa lo más terrible de la abstinencia.


Una vez terminado el proceso de desintoxicación cuya parte más severa ronda entre 7 y 15 días se puede iniciar con su incorporación a las actividades físicas que he mencionado. A la par de esto deberá recibir algún tipo de consejería o proporcionársele material audio visual para que mejore la percepción de la existencia, del conocimiento de Dios y de sí mismo. 

sábado, 3 de mayo de 2014

Así te convierten en adicto
Sentado en una acera, a las 5.00 pm disfrutaba viendo los transeúntes recorrer las tranquilas calles de Siguatepeque.

Repentinamente y sin previo aviso un joven de aproximadamente 25 años se sentó a mi lado, me hizo unas preguntas amablemente las cuales respondí con la misma amabilidad. Posteriormente iniciamos una larga conversación sobre temas sin importancia pero entretenidos.

Por ese tiempo ya ingería alcohol en todas sus presentaciones, como vi al joven como una persona amigable lo invite a dar una vuelta por el “centro”. En el trayecto se nos unió otro amigo.

Lo primero que hicimos fue introducirnos a un expendió de bebidas alcohólicas, pedí tres octavos de Yuscarán y los bebimos. El primer joven salió fuera del negocio y en la penumbra sacó un cigarro y lo fumaba con extrema ansiedad, se notaba en su rostro como lo disfrutaba. Termino el cigarro y se introdujo al expendio.

 Ingerimos varios tragos más, recorrimos otros lugares, incluso compartimos con unas hembras algunos momentos, cuando ya nos retirábamos para nuestras casas, el joven fumador sacó otro cigarro, con gran habilidad lo encendió, no era el común cigarro de tabaco.

Era uno de marihuana, cuando inhalaba su humo lo hacía con una demostración de placer y felicidad, la curiosidad nos incito a solicitarle un sorbo, primero no quería, aduciendo que nos iba a gustar, y que costaba conseguirla, al fin accedió, la reacción que experimente después de 7 “chupadas” fue terrible.
El otro muchacho, demostró más adaptación al alucinógeno, a tal extremo que le solicitaba más al “amigo” éste se la proporcionaba alegremente.

Todos los días llegaba el “muchacho fumador” a sentarse a la acera y disfrutaba su “carruco” daba ganas pedirle, lo hacíamos y el accedía, en el lapso de una semana ya nos tenía como consumidores. A los quince días  éramos sus clientes.

Un día fumé demasiada “M” y casi me muero. Decidí con la ayuda de Dios abandonarla, no así el alcohol.


El otro amigo fue cliente asiduo del “muchacho fumador” por años. Se convirtió en adicto y hoy es una persona despreciada por amigos, familia y sociedad. Terrible pero cierto.

domingo, 27 de abril de 2014

¿Por qué algunas personas no pueden dejar las drogas o el alcohol?
Al principio casi todos los adictos creen que pueden dejar de usar drogas o alcohol por sí mismos, y la mayoría trata de hacerlo sin recibir tratamiento.

Aunque algunas personas sí lo logran, muchos intentos fracasan cuando se quiere lograr la abstinencia a largo plazo.

 Las investigaciones han mostrado que el abuso de drogas a largo plazo produce cambios en el cerebro que persisten por mucho tiempo después de que se dejan de consumir las drogas.

Estos cambios en la función cerebral inducidos por las drogas pueden tener muchas consecuencias sobre el comportamiento, lo que incluye la incapacidad para ejercer control sobre el impulso de usar drogas a pesar de las consecuencias adversas, característica determinante de la adicción.

El uso de drogas o alcohol a largo plazo produce cambios significativos en la función cerebral que pueden persistir por mucho tiempo después de que se han dejado de consumir las drogas.

El hecho de que la adicción tenga un componente biológico tan importante puede ayudar a explicar la dificultad para lograr mantener la abstinencia si no se recibe tratamiento.

La presión psicológica del trabajo, los problemas familiares, una enfermedad psiquiátrica, el dolor asociado con problemas médicos, las señales sociales (como encontrarse con conocidos de la época cuando usaba drogas) o el entorno (como encontrarse en ciertas calles, ver algunos objetos o hasta sentir olores asociados con el uso de drogas) pueden despertar impulsos intensos de consumir drogas sin que la persona se percate cuál ha sido el factor desencadenante.

Cualquiera de estos factores puede impedir una abstinencia sostenida y aumentar la probabilidad de una recaída.


Sin embargo, las investigaciones indican que la participación activa del paciente en el tratamiento es un componente esencial para alcanzar buenos resultados y puede beneficiar incluso a las personas con las adicciones más severas.

jueves, 24 de abril de 2014

Drogas mas comunes
Las drogas más comunes y las que han llevado a muchos, pero muchos jóvenes a la muerte  son las siguientes:

La marihuana
 La marihuana se envuelve normalmente en un cigarro llamado “carruco” “puro” “porro”,  “canuto” o ”pitillo”. También puede beberse como un té o mezclarse con comida, o fumarse con una pipa de agua conocida como o bong.

El cannabis es el tercero en la lista de las cinco principales substancias causantes de la admisión de adictos en instalaciones de tratamiento de drogas en los Estados Unidos, que asciende a un 16%. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares (National Household Survey) sobre el consumo de drogas, los niños que frecuentemente consumen marihuana tienen casi cuatro veces más probabilidades de actuar violentamente o de dañar posesiones. Estos niños son cinco veces más capaces de robar que los que no consumen drogas.

El alcohol
El alcohol deprime el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal), reduce las inhibiciones  y deteriora el juicio. Beberlo en grandes cantidades puede llevar a un estado de coma e incluso la muerte. Mezclar alcohol con medicamentos o drogas callejeras es extremadamente peligroso y puede ser fatal. El alcohol influencia a tu cerebro y te lleva a falta de coordinación, reflejos más lentos, visión distorsionada, lagunas de memoria y periodos en blanco. Los cuerpos de los adolescentes están todavía creciendo y el alcohol tiene un impacto aún mayor en el bienestar físico y mental de la gente joven que en el de la gente de mayor edad.

Cocaína y crack
La cocaína y el crack pueden ser tomados por vía oral, o a través de la nariz (inhalada), inyectada con una jeringa o, en el caso del crack, a través de la inhalación del humo al calentarla.
Los términos usados para describir la ingestión incluyen masticar, inhalar, inyectarla en una vena grande y fumarla.

La palabra cocaína se refiere a la droga en forma de polvo (cocaína) y en forma de cristal (crack). Se hace a partir de una planta de coca al igual que la metanfetamina 1crea la mayor dependencia psicológica que ninguna otra droga.

El Éxtasis
El Éxtasis se toma normalmente en forma de pastilla, en tabletas o en forma de cápsula. Cuando tomas más de una a la vez se llama “sacudida”.
Éxtasis es una droga sintética (fabricada por el hombre) que se crea en un laboratorio. Los que la hacen pueden añadir lo que quieran a la droga, tal como la cafeína, anfetaminas,  e incluso cocaína. El Éxtasis es ilegal y tiene efectos similares a los alucinógenos y estimulantes. Estas pastillas tienen colores diferentes y en algunas hay dibujadas imágenes de dibujos animados. Mezclar Éxtasis con alcohol es extremadamente peligroso y puede ser fatal.

Los efectos estimulantes de las drogas tales como el Éxtasis permiten al consumidor bailar durante largos períodos de tiempo, y cuando se combina con el calor, y las condiciones de aglomeración de personas como en ese tipo de fiestas delirantes, pueden causar la deshidratación extrema y problemas cardíacos o renales.

Los inhalantes
Los inhalantes incluyen sustancias químicas como las que se encuentran en el hogar tales como aerosoles, líquidos para la limpieza, pegamento, pintura, disolvente de pintura, acetona, nitrato de almidón.

La heroína
La heroína normalmente se inyecta, se inhala o se fuma. Es altamente adictiva. La heroína ingresa en el cerebro rápidamente pero hace que la gente piense y reaccione despacio, reduciendo su habilidad para tomar decisiones. Causa dificultades para recordar cosas.

Inyectarse la droga puede crear un riesgo de SIDA, hepatitis (enfermedad del hígado) y otras enfermedades causadas por agujas infectadas. Estos problemas de salud pueden transmitirse a compañeros sexuales o a recién nacidos. La heroína es una de las tres drogas más frecuentemente relacionadas con las muertes ocasionadas por el abuso en el consumo de drogas. La violencia y el crimen están relacionadas a su uso.

La metanfetamina de cristal y la metanfetamina
La metanfetamina de cristal y la metanfetamina se inhalan, se fuman o se inyectan. Las dosis pequeñas vienen en pastillas.

La metanfetamina de cristal es una forma de metanfetamina que parecen pequeños fragmentos de cristal o pequeñas piedras de color blanco azulado brillante. En la calle, se conoce como “hielo”, “cristal”, “tina” y otros nombres. Es un estimulante manufacturado muy potente y adictivo que provoca agresión y comportamiento violento o psicótico. Muchas personas que la han consumido informan haberse vuelto adictos desde la primera vez que la consumieron. Es una de las drogas más difíciles de tratar.

El LSD
El LSD se vende en tabletas, cápsulas o en forma de líquido, al que se añade un papel absorbente y se divide en pequeños cuadrados decorados. Cada cuadrado es una dosis.

El LSD es aún uno de los químicos más potentes que alteran el estado de ánimo y se obtiene de un hongo extremamente venenoso que crece en el centeno y otras semillas. Sus efectos son impredecibles. Una cantidad minúscula puede producir 12 horas o más de efecto.

domingo, 5 de mayo de 2013

Transeunte con resacaSon exactamente las 3.00 de la madrugada en el pueblito de Dulce Nombre de Copán, las débiles luces del alumbrado público medio iluminan las calles solitarias. 

El único sonido que rompe el silencio nocturno es el canto triste de los gallos, el de los grillos y el de una que otra ave cuyo nombre se ignora.

La silueta de una figura masculina se dibuja en “las medio iluminadas” y abandonadas callejuelas­­­­-¿Qué buscará ese sui generis transeúnte?
Sus pasos no poseen el andar seguro del trabajador, ni la precisión marcada del vigilante nocturno. 

Se observa en su caminar una especie de debilidad para mover sus extremidades, parece sumamente inseguro, su cuerpo flojo y su postura desgarbada indican que algo no marcha bien en su organismo.

Pareciera que camina sin rumbo fijo, sin embargo repentinamente se detiene frente a una casa de la cual pende un rótulo que señala al lugar como una cantina.

Toca la puerta pero nadie le responde, lo intenta nuevamente. Esta vez obtiene respuesta y desde una ventana se observa cómo alguien saca un vaso plástico, el transeúnte lo toma en sus manos con un visible temblor, lo lleva a su boca e ingiere su contenido, escupiendo luego de tragar hasta la última gota de aquel liquido que lo mantiene recorriendo las “poco iluminadas” calles de un pueblo sumergido en los pesares, en los elusivos jolgorios y en las recalcitrantes melancolías de un pasado que no ha querido marcharse.



domingo, 21 de abril de 2013

SO001331La mayoría de padres de familia desean que sus vástagos logren un futuro promisorio, magníficos hogares, profesiones distinguidas.
No obstante el descuido y muchas veces la ignorancia hacen que las funciones del padre o la madre como consejeros, guías u orientadores no sean las más adecuadas.
Cuantas veces hemos observado a un padre advertir a su hijo sobre lo dañino de la ingesta de alcohol, con una cerveza en la mano.
Es común en nuestra sociedad hacer lo contrario de lo que decimos. No existe integridad en nuestras actuaciones y palabras, creando por lo tanto en las mentes jóvenes de nuestros hijos dudas, confusión y la imagen de lo que hará en el futuro: las mismas conductas que ha visto en sus progenitores.
Por doquier se escucha la opinión de algunos padres que quieren hijos con virtudes, cuando ellos mismos son ejemplos de desenfreno, pero no es nuestra intención culpar a tan desdichados seres por lo que practican, ya que su ignorancia no les permite comprender el alcance que su modelo traerá a la vida de sus descendientes.
Tomando en cuenta lo anterior podemos llegar a la conclusión que hay historias de vida que pueden brindarnos una lección o servir de muestra para no cometer los mismos errores.
El propósito de leer una biografía es conocer que hizo el protagonista para lograr tal o cual objetivo.La observación dedicada de la vida de una persona, nos puede brindar luces sobre lo que debemos hacer o evitar a fin de avanzar por la vida con todas las probabilidades de ganar.
El objetivo de criticar por criticar no es una razón beneficiosa para expresar: un ejemplo, una historia o una experiencia; el verdadero y altruista fin debería ser el comunicar una verdad, para extraer una lección, la que deberá iluminar la vida de aquellos que la lean, la escuchen o la vean.
Queriendo contribuir con un granito de arena, no sin costo, he decidido publicar el pequeño libro “ Así me convertí en alcohólico” Que no es más que una narración de hechos, de experiencias vividas en el consumo de alcohol. Traerá, para quien se tome el esfuerzo de leerlo, un nuevo punto de vista sobre como se puede caer en las garras del alcohol o las drogas.
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